lunes, 28 de julio de 2008

Los demas.

Nuestra propia hipocrecia nos hace ver lo malo de los demás. Esas palabras pronunciadas irritan el silencio que pedimos. ¿Que mas que unas hojas al viento? Recién las acabamos de barrer. Pedimos Sol, y solo provocamos nubes... El otoños nos fastidia, este invierno: aburrido, la primavera nunca acaba y el verano dura poco. Siempre mas. Esa es nuestra obsesión. Nunca alcanza. Nada. Que tal disfrutar de mirar al mar, sin importar como esté. Hace frío. Siempre una escusa. Acostumbramos proyectar en los otros ciertas cosas que creemos tan ajenas a nosotros... Que ironía, el pensar que estamos tan cerca de la perfección y en realidad solo ser tal y cual como el que tenes a tu lado. Vistiendo tu misma ropa y creyendo que sos vos. Es tu espejo. Tu reflejo, y el de esta sociedad. Creadora de estereotipos y todos siguiendo a la masa. Todos metidos en un sub-mundo del que nos creemos alejados. Y mientras mas alejado te sentís de ahí es cuando te das cuenta que mas metido estas.Ellos quieren hacerte creer que sos especial. Nada mas especial que alguien natural. Natural por naturaleza. No aquel que se siente natural, ese, no es mas que uno mas uno mas de los que somos todos. Y que admiracion me da quien puede ser Natural. Tratamos de creernos nosotros mismos de que nada nos importa. Que da igual que es lo piensen los demás. Que es muy superficial lo que nos quieren vender. Terminamos comprando igual que todos. Terminamos pendiente de lo que cualquiera pueda pensar, es así. No me siento para nada afuera de lo que sucede estoy tan metida como todos, y a lo mejor peor porque hasta soy consciente que esto sucede. Y acá sin hacer nada como siempre. Es de menos, alguien no tardara en ocuparse. Es como todo. ¿Tengo que hacerlo yo? Puede hacerlo alguien mas, nos facilitaría todo. Da igual. Se puso el viento en contra, tengo que barrer de nuevo las hojas, esta vez será en sentido contrario. Así cuando el viento norte sople le llegan a mi vecino y que él se encargue. De paso podría pedirle que también riegue mis plantas. Este gen argentino me esta matando.

Hamacarse = Vivir.

Si no me equivocara como tantas veces podria estar segura de que se puede comparar a la vida con las hamacas.
A lo mejor no exactamente con las hamacas especificamente si no mas bien con hamacarse. Es tan espontaneo balancearte en el aire, crees que volas, pero nada se asemeja a la vida real. Ese vaiven, lleno de idas y vueltas. Siempre hay que estar seguro, agarrarse bien, no dudar, no temer. En el primer error terminas golpeado y en el suelo. Aun que yo creo que si tenemos la seguridad suficiente podemos arriesgarnos a pararnos en la hamaca por mas que no sepamos, a veces tenemos que tratar de superarnos a nosotros mismos, haciendo cosas que tal vez no sepamos pero que si queremos lo logramos.