Es siempre asi :
Te llamo, me contestas cortadamente como si fueras el unico hombre del planeta y esperaras millones de llamadas a parte de la mia. La remo y finjo que nada pasa. Ya se, una automentira para mantenerme conforme un rato. Acordamos un encuentro, vos elegis la hs. Siempre tardo en cambiarme te dije una vez. Pero mientras me delineo y limpio el rimel que se derramo en la pileta, marco un beso en el espejo del baño para verme por ultima vez antes de salir a buscarte. Llego y ni si quiera hay un mesquino beso en mi boca con rouge de saludo. La remo y damos los mil pasos juntos que nos llevan al banquito de la plaza, donde fumas relajado tu cigarro de la hs 20.
Pareciera que estuvieramos a miles de km, porque entre los dos cm de banco que nos separan se siente una brisa fria horrenda, Un silencio como de noche de ruta. Una distancia enorme que no nos permite hablarnos...
Y sin palabras y rodeados de frio, ni siquiera un abrazo nos acerca. ¿Que hacer para ambientisar la situacion? Ni en tus sueños creo que me queres cerca... Pones barrera a todos mis esfuerzos y todos tienen defectos. Todo te inconforma. Y si algo me molesta y hago un paso para marcharme; me reprendes pidiendo me que deshaga de tu recuerdo y te borre de mi agenda para siempre. Es ahi cuando acostumbraba volver a pedirte perdon. Pero ya ni se porque disculparme. Ahora solo corro a mi casa a refujiarme con mi almohada y dejar que se escapen un par de lagrimas, buscar el plan para sacarte de mi agenda,
pero definitivamente concluyo en llamarte otra vez, para planear nuestro proximo encuentro.
