viernes, 19 de septiembre de 2008



Quizás hoy me pregunto si me extrañas,
quizás sea yo quien lo haga.
Quizás me pregunto si me recuerdas,
quizás sea yo quien no quiera recordarte.
Quizás me pregunto si me amarás menos,
quizás sea yo quien quisiera poder hacerlo.
Quizás me pregunto si me seguirás llamando princesa,
quizás sea yo quien necesita escucharlo...


Tu creyendo que me quieres, yo queriendote creer.
Si pues verdad lo que sentimos y aunque en el corazon no lo quisimos que bien nos mentimos!

Y del amor nadie se salva...


No hay tal crisis… una dice
“no hay tal crisis” mientras tira un par de platos al piso. Una dice “no hay tal crisis” y se ríe con su mejor cara de bolida. Una dice “no hay tal crisis” y saca un turno en la peluquería. “No hay tal crisis” y te pones kilos de tapa ojeras. Una vez que aceptas que la crisis es “tal crisis” estas preparado, ya podes negar la crisis. Una dice “no hay tal crisis” y rompe lo que tiene a mano. Una dice “no hay tal crisis” y haces step como loca. Una pone su mejor cara de bolida y dice: “no hay tal crisis”. Pero tarde o temprano llega el día donde la crisis tiene la evidencia de una estría, y no queda otra, hay que aceptarla. Se puede negar la crisis un día, un mes, un año, pero llega ese día en que la crisis te explota en la cara. Atravesar la crisis es como pasar el pelo por agua oxigenada, te aclara el problema de raíz. Llega la crisis, uno cree que es el final, que se termina todo, pero en realidad ahí empieza todo. Atravesar una crisis es como pasar por un buen cirujano plástico, sos la misma pero distinta. Dan miedo las crisis, uno le teme a lo desconocido, casi como a un mal peluquero. En chino, en japonés, en coreano, en tailandés, bueno en algún idioma oriental, crisis significa oportunidad. Las crisis son como los años, te sorprenden y no te queda otra, hay que decidirse a llevarlos.
La crisis, es un viaje de ida, pero también puede ser un viaje de vuelta.