miércoles, 3 de septiembre de 2008


Y ya dejo de importarnos que tan tontos
nos veríamos haciendo el amor con medias puestas.
Los pies algo fríos. El resto de nuestros cuerpos en absoluto.
Arden. Hacen que cada prenda que nos viste desaparezca rápidamente
como si se prendieran fuego.

Y no nos importo si la luz estaba baja

o si acaso fuese de día o de noche.
Solo queríamos perdernos en nuestras horas diarias de pasión...
Olvidarnos de nuestras vidas y de este mundo agobiante,
y escapar a ese cálido inframundo que nos pertenece.
Era solo darle el toque de placer al día
para poder transitar el camino pesado
con deleite.