Me intimidas con esas miradas tan seductoras,
que me invitan y me llaman a morder tus labios con deleite...
Me acerco y me atrapas en tus brazos, hago lo mismo
pero sin dejar de mirarte a los ojos.
Tu vista en cambio se sarandea por todo mi cuerpo,
como buscando algo...
Y al llegar a mis ojos nuevamente logras intimidarme...
Tu boca me llama para que nuestros labios y lengua
bailen al compas de la musica
que producen nuestras caricias.
Las manos no dejan de pasearse piel a piel...
1 comentario:
Pff.
Aroma a 4 de la mañana. De la buena.
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