martes, 25 de noviembre de 2008

Damos un paso lento para adelante con temor de caernos y cuando por fin vemos que estamos al borde del precipicio retrocedemos cien pasos corriendo... Vivimos aterrorizados de estar al borde del abismo. Nos da demasiado temor caer sin paracaídas y que al fondo de esa infinita caída nos arrastre la corriente de un río super veloz y nos lleve lejos de donde estábamos. No poder volver a trepar esas rocas. O terminar en una selva peor que el precipicio del que nos caímos... El no saber que va a pasar con cada paso que damos nos crea incertidumbre, pero de eso se trata... No todos los pasos que demos tienen que en marcarse en el camino que planteábamos... Y no por eso hay que temer. A veces un paso a la izquierda y dos a la derecha (en vez de ir para adelante uno y retroceder cien) no esta tan mal, hay que aventurarse por nuevos rumbos...

No hay comentarios: