jueves, 19 de febrero de 2009



Me callo sin que me asombre, la bajesa de su acción; de su vil difamación: si queda rastro que quede. Yo se que manchar no puede, mi nombre en tu corazón. Ojos manos y la limpio, apostados en asechos, para robarte del pecho, tu corazón todo mio. Lucharan en el vació, sin lograr su pretensión, hasta que de mi pasión, liberado por dios quede, por que ni tu mismo puedes mandar en tu corazón:
Por que ni tu mismo puedes mandar en tu corazón

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